martes, 16 de febrero de 2010

Dama desesperada

Les escribo pidiendo consejo porque no se si lo que he pensado hacer pudiera ser considerado como una “traición “ a mi esposo al cual, en los treinta y nueve años que llevamos de matrimonio,
siempre he comprendido y respetado sus opiniones.
Cuando nos casamos yo era una joven de veinte años, esbelta, de formas redondeadas, pero sin llegar al exceso de peso.
Mi esposo vivia orgulloso de mi figura, me alababa por ello, delante de familiares e incluso de amigos íntimos.
La maternidad y crianza de mis dos hijos, no afectarron apreciablemente mi figura. Sin embargo después de mi jubilación, hace de eso tres anyos, fue desastroso para mi. Aumenté considerablemente de peso. Me siento gorda, deforme, pesada, fea irresistible. Dice mi esposo que esas son exageraciones mias, que si bien he aumentado algunos Kilos, el me sigue viendo bien asi. Quizás sus palabras sean sinceras, pero tengo el temor de que se busque otra mujer más joven y hermosa que yo.
Recientemente supe de una Clínica donde ofrecen tratamiento total de rejuvenecimiento que incluye Liposucción y otras técnicas quirúrjicas de embellecimiento corporal. Todo con facilidades de pagos que puedo cubrir con el dinero que recibo por mi jubilación.
Concerté una cita para la valoración de casos, que ofrecen gratis en dicha clínica, y el Dr: que me atendió me dijo que podía rejuvenecer de quince a veinte anos mediante las cirugías en diferentes partes del cuerpo y del rostro. Que, a pesar de sufrir de diabetes, el riesgo que corría era mínimo.
Mi esposo se opone rotundamente a que me someta a esas cirugías,pues a un Salón de Operaciones se sabe cómo y cuándo se entra, pero lo que nunca se puede saber es lo que pudiera ocurrir en el transcurso de las mismas.
No se que hacer, si quedarme asi como estoy o, en contra de la voluntad de mi esposo, corer el riesgo de someterme a la reconstrucción corporal para lucir mejor.
Por favor necesito un consejo. Ayúdenme.